La red de Bitcoin ha alcanzado niveles históricos en cuanto a su poder de procesamiento, pero a medida que crece la competencia, las ganancias para los mineros de esta criptomoneda han ido disminuyendo drásticamente. Este fenómeno ha llevado a algunos de los principales actores de la industria minera a buscar nuevas oportunidades, particularmente en el campo de la inteligencia artificial (IA) y la computación de alto rendimiento (HPC, por sus siglas en inglés).
Este artículo analiza cómo se ha desarrollado esta transición, los factores detrás de la caída de las ganancias mineras y las estrategias que algunas empresas están implementando para diversificar sus negocios más allá del bitcoin.
El aumento del Hash Rate y la caída de las ganancias
En las últimas semanas, el valor del Bitcoin ha aumentado más de un 12%, lo que ha emocionado a muchos de sus entusiastas. Este aumento de precio ha ido acompañado de un hito técnico significativo: la tasa de hash de la red de Bitcoin alcanzó su máximo histórico. La tasa de hash es una métrica que refleja el poder computacional total de los mineros que operan en la red, asegurando las transacciones y manteniendo el sistema descentralizado. Este aumento sugiere que nunca ha habido más mineros activos en la red, lo cual a primera vista podría parecer positivo.
Sin embargo, otro indicador crucial ha demostrado que, a pesar de este crecimiento, es cada vez más difícil generar ingresos a través de la minería de Bitcoin. Según un informe del banco de inversión Jefferies, los ingresos diarios promedio por exahash (una unidad de medida utilizada en la minería) cayeron un 11.8% en agosto, en comparación con el mes anterior. Este descenso de la rentabilidad se debe en parte al aumento de la competencia entre los mineros, ya que un mayor número de máquinas están compitiendo por las mismas recompensas.
Además, el «halving» de Bitcoin que ocurrió en abril —un evento que reduce a la mitad la cantidad de nuevos bitcoins que se emiten en cada bloque— ha incrementado la presión sobre los mineros. Este proceso de reducción programada de la emisión de Bitcoin ocurre aproximadamente cada cuatro años y tiene como objetivo controlar la inflación de la criptomoneda, creando escasez. No obstante, históricamente, los «halvings» han sido seguidos por una oleada de quiebras de empresas mineras, que se ven afectadas por la repentina reducción de ingresos, mientras que sus costos operativos permanecen estables.
Mineros buscan refugio en la Inteligencia Artificial
Ante este panorama de disminución de las ganancias, algunas de las principales empresas de minería de Bitcoin están diversificando sus operaciones hacia otras áreas tecnológicas, siendo la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento las más destacadas. Un ejemplo clave de esta transición es Core Scientific, una de las empresas mineras más grandes que salió de la bancarrota en enero de 2024. La compañía ha aprovechado su infraestructura masiva para firmar acuerdos estratégicos con empresas del sector de IA, como CoreWeave, una startup respaldada por Nvidia.
Core Scientific ha visto duplicarse su valor desde su regreso al mercado de valores, alcanzando una capitalización de mercado cercana a los $3 mil millones. El acuerdo con CoreWeave, valorado en $6.7 mil millones, está impulsando la transición de la empresa hacia el alojamiento de modelos de IA en sus instalaciones de minería. Estas instalaciones fueron originalmente diseñadas no solo para minar Bitcoin, sino también para poder adaptarse a nuevos usos, como la computación de alto rendimiento.
La diversificación hacia la IA no solo está proporcionando una nueva fuente de ingresos a las empresas mineras, sino que también les está permitiendo utilizar de manera más eficiente la energía que ya consumen. Según Fred Thiel, CEO de Marathon Digital, una de las principales firmas mineras, las máquinas de última generación pueden procesar el doble de datos que los modelos anteriores sin necesidad de aumentar el consumo de energía ni expandir las instalaciones. Esta mejora en la eficiencia es crucial en un momento en que las condiciones económicas para los mineros de Bitcoin son cada vez más desafiantes.
El futuro de la minería y la computación de alto rendimiento
A pesar de los retos que enfrenta la industria minera de Bitcoin, algunos líderes del sector, como Jason Les, CEO de Riot Platforms, siguen siendo optimistas sobre el futuro de la criptomoneda. Según Les, Bitcoin sigue siendo «el dinero más sólido del mundo», y la minería de bajo costo es una manera eficiente de acceder a esta moneda digital.
Sin embargo, el verdadero potencial para el crecimiento a largo plazo parece residir en la convergencia entre la minería de criptomonedas y la computación de alto rendimiento. Adam Sullivan, CEO de Core Scientific, ha señalado que el mercado de los centros de datos está en expansión, y que las empresas mineras están bien posicionadas para capturar una porción significativa de este mercado en los próximos años. Si Core Scientific logra implementar toda su capacidad de 700 megavatios destinada a IA y HPC, la compañía se convertiría en el tercer mayor proveedor de centros de datos en Estados Unidos.
La capacidad de adaptación será clave en el futuro de la minería de Bitcoin. Con la caída de las recompensas mineras y el aumento de los costos, las empresas que logren diversificarse hacia nuevas áreas tecnológicas, como la inteligencia artificial, estarán mejor preparadas para capear las fluctuaciones económicas y aprovechar las oportunidades que surgirán en los próximos años.
En resumen, la minería de Bitcoin está experimentando un cambio radical. Mientras que la competencia por las recompensas de Bitcoin se intensifica, las empresas más avanzadas están explorando nuevos horizontes en la IA y la computación de alto rendimiento, marcando un nuevo capítulo en la evolución de esta industria.
