El mundo de las criptomonedas se ha visto sacudido por el ascenso meteórico de XRP, el activo digital vinculado estrechamente a la empresa de soluciones de pago Ripple. Después de varios meses de consolidación, la moneda superó la barrera de los 3 dólares por primera vez desde enero de 2018, generando un optimismo notable entre los inversores y devolviéndole el estatus de tercera criptomoneda más grande por capitalización de mercado. Este renacimiento de XRP ha coincidido con un breve repunte de bitcoin (BTC) por encima de los 100.000 dólares, mientras el sector recibe con los brazos abiertos datos de inflación más favorables en Estados Unidos y la posible aprobación de un ETF al contado de XRP.
A pesar de haber enfrentado demandas y cierta incertidumbre regulatoria de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE. UU., el activo ha mostrado una fortaleza renovada gracias al creciente interés institucional y al respaldo de grandes titulares de tokens, quienes han incrementado sus posiciones. De acuerdo con la firma de análisis Santiment, direcciones que poseen entre 1 y 10 millones de tokens han comprado unos 1.400 millones de XRP, equivalentes a 3.800 millones de dólares, solo en los últimos dos meses. Esta acumulación ha tenido lugar durante una fase de precio relativamente estable que comenzó a principios de diciembre y que ahora parece haberse roto con un fuerte impulso alcista.
EL FACTOR BITCOIN Y LA REACTIVACIÓN DEL MERCADO
El salto de bitcoin por encima de los 100.000 dólares, aunque breve, tuvo un efecto dominó que desencadenó un renovado apetito de riesgo en el mercado cripto. Cuando la moneda líder experimenta un alza tan significativa, los inversores tienden a diversificar y buscar oportunidades en otros proyectos, lo que suele impulsar a las llamadas “altcoins”. En este contexto, XRP no solo recuperó su puesto como la tercera criptomoneda más valiosa del ecosistema, sino que también superó la capitalización de mercado de empresas tan destacadas como BlackRock, uno de los gigantes de la gestión de activos tradicionales.
El mercado ha reaccionado con mayor volumen de operaciones tanto en el comercio spot como en derivados. Los intercambios de XRP han alcanzado recientemente los 23.000 millones de dólares en 24 horas, mientras que en el ámbito de los futuros perpetuos se han observado picos históricos de más de 2.300 millones de XRP en posiciones abiertas. Adicionalmente, las tasas de financiación se sitúan alrededor del 13%, un nivel bastante por debajo de porcentajes considerados sobrecalentados (como el 100% de principios de diciembre), lo que indica un posicionamiento largo saludable y con espacio para un crecimiento orgánico continuo.
El indicador técnico RSI (Índice de Fuerza Relativa) refuerza esta perspectiva alcista. Al medir la velocidad y la magnitud de los cambios de precio, ha alcanzado niveles de 92 en su versión de 14 meses, reflejando la mayor fuerza ascendente desde octubre de 2017. Aunque lecturas altas del RSI se interpretan a veces como un signo de “sobrecompra” y posible corrección, los expertos señalan que un activo puede mantener este estado de fuerte impulso alcista más tiempo del que muchos vendedores en corto logran resistir.
NUEVAS INICIATIVAS, ALIANZAS Y LA POSIBLE LLEGADA DE UN ETF AL CONTADO
La euforia en torno a XRP no se explica solo por el panorama macro o por el incremento en las tenencias de grandes inversores. Varios catalizadores internos han impulsado la confianza en este token. Uno de los más importantes es la posibilidad de que se apruebe un ETF al contado de XRP, proyecto que ha ganado fuerza tras la autorización de varios ETFs de futuros de bitcoin en Estados Unidos y la llegada de un nuevo gobierno percibido como más proactivo en materia de criptoactivos. Monica Long, presidenta de Ripple, ha expresado en entrevistas recientes que espera la aprobación de un producto de este tipo “muy pronto” y considera que un marco regulatorio más claro, impulsado por nuevas autoridades, acelerará este proceso.
Asimismo, Ripple ha lanzado su stablecoin RLUSD y ha establecido varias alianzas en el ámbito de pagos transfronterizos, lo cual ha reforzado la utilidad real de su red. El desempeño de XRP en la fase alcista de 2020-2021 quedó limitado por la histórica demanda de la SEC, pero la empresa ha persistido en expandir su ecosistema y demostrar que su tecnología puede integrarse fácilmente en soluciones de pago global. Los recientes avances en las negociaciones legales generan la percepción de que la disputa podría resolverse de manera favorable para Ripple, allanando el camino para un uso más amplio del token.
En conjunto, la confluencia de factores positivos —repuntes en bitcoin, mayor demanda institucional y expectativas de nuevas regulaciones más flexibles— ha creado el entorno perfecto para que XRP experimente su subida más pronunciada en años. Los analistas contemplan la posibilidad de un nuevo máximo histórico, ya que para superar el pico anterior ajustado por inflación, se estima que XRP debería situarse por encima de los 4,24 dólares. Mientras tanto, la comunidad cripto observa con atención los movimientos de los grandes compradores e intenta determinar si el fuerte impulso actual se convertirá en un rally sostenible o si, por el contrario, se verá interrumpido por la volatilidad tradicional de los mercados de activos digitales.
Por ahora, el token se mantiene estable alrededor de los 2,95 dólares tras haber superado brevemente la marca de 3 dólares. Cualquiera que sea el próximo movimiento, los titulares de XRP sienten más optimismo que nunca, respaldados por un creciente respaldo institucional, avances tecnológicos y la esperanza de que el mercado siga en expansión. El futuro inmediato será decisivo para confirmar si esta fuerte tendencia alcista puede prolongarse y consolidarse en el largo plazo, a la espera de que el ecosistema cripto en general enfrente nuevos desafíos regulatorios y macroeconómicos.
