El juez federal ha ordenado a Ripple Labs Inc. pagar una sanción civil de $125 millones por la venta de su token XRP a inversores institucionales. Esta decisión marca un hito importante en el caso iniciado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) contra la empresa que desarrolla el proyecto blockchain, con amplias repercusiones para el sector de las criptomonedas.
En 2020, la SEC demandó a Ripple Labs alegando que la empresa había violado las normas de la comisión al recaudar fondos mediante la venta del token digital XRP sin registrarlo como un valor. Este caso ha sido seguido de cerca durante los últimos años por sus implicaciones sobre el alcance del poder regulatorio de la SEC en el ámbito de las criptomonedas.
Inicialmente, la SEC buscaba sanciones por casi $2 mil millones, incluyendo más de $876 millones en restitución de ganancias, más de $198 millones en intereses, y una sanción civil adicional de $876 millones. Por su parte, Ripple argumentaba que no debería pagar más de $10 millones.
El caso dio un giro significativo en julio de 2023 cuando la jueza Analisa Torres dictaminó que XRP solo estaba cubierto por la ley de valores cuando se vendía a inversores institucionales sofisticados, una decisión que fue celebrada como una gran victoria para la industria cripto.
La decisión final de la jueza Torres concede a la SEC una orden judicial que prohíbe a Ripple realizar ofertas no registradas de XRP a inversores institucionales. Sin embargo, rechazó la solicitud de la agencia de que Ripple devolviera las ganancias de sus ventas a estos inversores.
Al imponer la sanción civil de $125 millones, la jueza señaló que el caso «no involucra acusaciones de fraude, malversación u otra conducta más culpable» y que la SEC no ha demostrado que la falta de registro de las ventas por parte de Ripple haya causado pérdidas sustanciales a los inversores.
La reacción del mercado fue inmediata, con XRP subiendo hasta un 25% alcanzando los 64 centavos tras el fallo. No obstante, el token, que es la séptima criptomoneda más grande por valor de mercado, se mantiene sin cambios significativos este año en el contexto de una pérdida general de valor de las criptomonedas debido a la aversión al riesgo en los mercados globales.
Este fallo tiene implicaciones significativas para la industria de las criptomonedas y el alcance de la regulación de la SEC. Mientras que la multa de $125 millones es considerablemente menor que los casi $2 mil millones que la SEC buscaba inicialmente, aún representa una suma sustancial y establece un precedente para casos futuros.
La decisión podría influir en cómo se manejan otros casos pendientes contra exchanges y emisores de criptomonedas acusados de ofrecer valores no registrados. También podría impulsar a las empresas del sector a ser más cautelosas en sus ofertas a inversores institucionales y a buscar una mayor claridad regulatoria antes de lanzar nuevos tokens.
Por otro lado, el fallo podría ser visto como una victoria parcial para la industria cripto, ya que limita el alcance de la regulación de la SEC principalmente a las ventas a inversores institucionales, dejando potencialmente más libertad para las transacciones con inversores minoristas.
En conclusión, este caso marca un punto de inflexión en la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos. Mientras Ripple Labs se enfrenta a una multa significativa, la decisión también establece límites al alcance de la SEC, lo que podría dar forma al futuro landscape regulatorio del sector. La industria cripto y los reguladores seguirán de cerca las repercusiones de este fallo mientras se adaptan a un entorno cada vez más regulado.
