MicroStrategy y su presidente ejecutivo, Michael Saylor, han sorprendido repetidamente al mundo financiero y cripto al emplear una estrategia sin precedentes: la emisión masiva de notas convertibles para financiar la compra de enormes cantidades de bitcoin. Esta táctica, que se ha vuelto una marca registrada de la compañía, no implica la toma de préstamos bancarios tradicionales ni la emisión directa de acciones adicionales en el mercado. En cambio, MicroStrategy ha vendido bonos convertibles, es decir, títulos de deuda que en un futuro pueden transformarse en acciones si se cumplen ciertas condiciones. Desde hace más de cuatro años, la empresa lleva comprando bitcoin de forma sistemática, pero en los últimos diez meses ha generado, de manera extraordinaria, más de 6.000 millones de dólares gracias a estos instrumentos convertibles, y ha anunciado que planea recaudar otros 18.000 millones durante los próximos tres años. Al momento del recuento, sus tenencias llegan a aproximadamente 439.000 bitcoins, valorados en unos 46.000 millones de dólares, considerando un precio cercano a los 106.000 dólares por unidad. Esta cifra es especulativa y obedece a un escenario planteado en el texto original, pero ilustra la magnitud de la jugada.
Lo curioso no es solo la estrategia en sí, sino la facilidad con la que la empresa ha encontrado una demanda insaciable por estos bonos, aun ofreciendo tasas de interés cercanas al 0%, en un entorno económico donde las tasas de referencia estadounidenses rondan el 5%. A la luz de esta inesperada dinámica, otras firmas, como la minera de bitcoin MARA Holdings, han replicado el modelo intentando aprovechar la alta volatilidad asociada a estas transacciones. Sin embargo, esta creciente dependencia de la deuda para adquirir más criptomonedas podría generar vulnerabilidades en las empresas, los inversores y el propio mercado del bitcoin si llega un periodo prolongado de precios a la baja. La pregunta es: ¿han descubierto MicroStrategy y Michael Saylor una suerte de “truco infinito” para generar dinero, o están adentrándose en aguas inciertas que podrían arrastrar a varios actores del ecosistema cripto?
La mecánica de las notas convertibles y la importancia de la volatilidad
Las notas convertibles son instrumentos financieros que permiten a una compañía obtener capital sin necesidad de aportar garantías como un préstamo tradicional ni diluir inmediatamente la participación accionaria de sus inversores. El atractivo para los compradores radica en la posibilidad de obtener un rendimiento fijo mediante el pago de intereses y, a la vez, contar con la opción de convertir la deuda en acciones si la compañía prospera y el valor del título se dispara. Por otro lado, si el desempeño resulta desfavorable, los inversores pueden, llegado el vencimiento, exigir la devolución en efectivo de su inversión inicial más los intereses, lo que les otorga una especie de protección a la baja.
En el caso de MicroStrategy, su estrategia se beneficia de un elemento clave: la altísima volatilidad asociada a su acción. Dado que sus movimientos en bolsa están estrechamente ligados a la evolución del precio del bitcoin, su título se comporta con mayor agresividad que la mayoría de las empresas tradicionales. Esto es especialmente atractivo para los inversores sofisticados que emplean técnicas de arbitraje en bonos convertibles, pues la volatilidad permite ejecutar estrategias complejas para obtener beneficios con independencia de si el precio sube o baja. De este modo, aunque a simple vista sorprenda que MicroStrategy logre colocar deuda con un interés prácticamente nulo, la explicación radica en el terreno fértil que brinda la oscilación extrema de su precio para los especialistas en este tipo de operaciones.
Ante estas condiciones, MicroStrategy ha podido emitir no una, sino hasta cinco emisiones de notas convertibles en solo un año, un hecho sin precedentes. Gracias a estas condiciones favorables, la empresa vende acciones futuras —de ser convertidas— a un valor muy superior al precio actual, mientras paga intereses ínfimos a los tenedores de la deuda. Esta combinación reduce significativamente el costo real del endeudamiento, permitiendo a la empresa usar el capital para continuar incrementando sus reservas de bitcoin, reforzando así la narrativa de su CEO, quien cree firmemente en el valor a largo plazo de la principal criptomoneda.
Otras empresas siguen el rastro y los riesgos que conlleva
La estrategia de MicroStrategy no pasó desapercibida. Varias mineras de bitcoin, como MARA, RIOT, Core Scientific o Bitdeer, han adoptado mecanismos similares para financiarse, aprovechando esta suerte de apetito por la volatilidad que han mostrado los inversores. Algunas buscan replicar el modelo de reforzar sus tenencias de bitcoin, mientras que otras simplemente persiguen liquidez para gastos operativos, expansión de infraestructura o adquisiciones. El resultado ha sido que, entre junio y principios de diciembre, las mineras de bitcoin obtuvieron alrededor de 5.200 millones de dólares en deuda, gran parte en forma de notas convertibles.
Sin embargo, esta dependencia de la deuda con horizontes inciertos plantea un riesgo latente. Si el mercado de bitcoin, notorio por sus caídas abruptas cada cierto tiempo, vuelve a deprimirse por un periodo prolongado y el precio de las acciones de estas compañías se hunde, los inversores podrían optar por exigir el reembolso en efectivo al vencimiento de las notas convertibles en lugar de convertirlas en acciones. Esto forzaría a las empresas a vender parte de sus posiciones de bitcoin a precios menores que el promedio de compra, o incluso a desprenderse de activos clave, lo que las debilitaría a largo plazo.
MicroStrategy, por ejemplo, tiene un precio promedio de adquisición del bitcoin en torno a 61.725 dólares, lo que le da cierto margen de maniobra si el precio se mantiene por encima de ese umbral. Pero nada garantiza que el bitcoin no pueda caer por debajo de esa marca. El historial del activo digital muestra desplomes de hasta el 80% en ciclos bajistas. Además, las emisiones de la compañía se han estructurado con vencimientos escalonados a lo largo de varios años, reduciendo el impacto de tener que enfrentar todos los reembolsos a la vez. Aun así, el riesgo permanece y, en casos extremos, la situación podría llegar a comprometer la solvencia no solo de MicroStrategy, sino también de aquellas firmas que hayan seguido su senda sin la misma cautela o capacidad de maniobra.
Las mineras de bitcoin que se han lanzado a este método, y cualquier otra firma que intente emularlo, enfrentan mayores desafíos si ingresan en una etapa ya avanzada del ciclo alcista, es decir, cuando el precio del bitcoin podría estar cerca de un máximo temporal. Si su costo promedio de adquisición del activo es demasiado alto y el mercado sufre una corrección prolongada, el escenario se tornaría mucho más difícil que para un jugador experimentado como MicroStrategy, que lleva años en este juego.
Conclusión
Lo que MicroStrategy, Michael Saylor y otras empresas están intentando es, sin duda, innovador y arriesgado. Su método de utilizar notas convertibles a baja o nula tasa de interés, aprovechando la extrema volatilidad de sus acciones ligadas al bitcoin, les ha permitido levantar miles de millones de dólares con relativa facilidad y rapidez. Esta estrategia ha alimentado la fascinación de inversores sofisticados y ha impulsado a empresas similares a seguir su ejemplo.
No obstante, en un mercado tan incierto como el de las criptomonedas, asumir deuda para comprar un activo tan volátil es una apuesta que podría volverse en contra si el precio del bitcoin no acompaña a largo plazo. Mientras el mercado siga presentando altos niveles de volatilidad y mientras haya apetito por estos instrumentos, las compañías seguirán acudiendo a este recurso. Pero si el entorno cambia y el valor del bitcoin se estanca o se hunde por demasiado tiempo, la aparente “fuente infinita” de capital podría transformarse en una trampa peligrosa, con ramificaciones para las empresas involucradas, sus accionistas y, potencialmente, para el propio mercado del bitcoin.