Desde principios de noviembre de 2024, el precio de Bitcoin ha experimentado una escalada impresionante que superó los 100.000 dólares, situación que no se veía desde finales de 2021, cuando el mercado cripto atravesó uno de sus ciclos alcistas más destacados. Este nuevo hito no solo marca un renacer en la confianza de los inversores, sino que también pone de manifiesto la manera en que grandes corporaciones están consolidando su papel como las principales tenedoras de la criptomoneda más popular. La elección presidencial de Donald Trump el 5 de noviembre y el crecimiento sostenido desde entonces—superior al 40%—parecen haber influido de forma significativa en el impulso de los precios. Asimismo, el creciente apoyo de ejecutivos como Michael J. Saylor, de MicroStrategy, y el posible interés de gigantes tecnológicos posicionan a 2025 como un año clave para la adopción de Bitcoin a nivel institucional y comercial.
La ruptura de Bitcoin por encima de los 100.000 dólares trajo consigo un optimismo generalizado en el mundo financiero, pues no solo atrajo a inversores minoristas, sino también a corporaciones e incluso fondos de inversión que veían en la criptomoneda una reserva de valor. Desde el 6 de noviembre, Bitcoin dejó atrás el máximo de 73.000 dólares que había registrado en marzo y, para el 5 de diciembre, ya rondaba los 100.000 dólares. Este crecimiento coincidió con el ascenso político de Donald Trump tras su reciente victoria electoral, lo que generó expectativas de un escenario económico más favorable a la inversión en activos digitales.
La entrada de grandes actores empresariales, sumada a la expansión de la infraestructura cripto y la mejora en la regulación, ha reforzado la tesis de que Bitcoin seguirá escalando en precio durante 2025. Prediction markets y analistas del sector señalan que, en los próximos meses, alguna de las grandes compañías tecnológicas —entre las que destacan nombres como Microsoft, Apple o Amazon— podría unirse al selecto grupo de compañías con elevadas tenencias de BTC. Esta conjetura se fundamenta en la estrategia de negocios que firmas como MicroStrategy han seguido, cuyo impacto en la cotización bursátil ha sido tan notable que muchos consideran a la acción de esta empresa una especie de “reflejo” del rendimiento de Bitcoin.
El caso más sorprendente de adopción corporativa de Bitcoin lo representa MicroStrategy, la firma cofundada en 1989 por Michael J. Saylor, Sanju Bansal y Thomas Spahr. A lo largo del año, la empresa ha acumulado un total de 444.262 bitcoins, lo que se traduce en una inversión valorada en más de 42.000 millones de dólares. Con cada adquisición de BTC, el precio de las acciones de MicroStrategy ha tendido a repuntar, registrando en los últimos meses un salto de más del 90%. La confianza de Saylor en la criptomoneda llega al punto de animar públicamente a otros titanes tecnológicos, especialmente Microsoft, a replicar esta estrategia financiera.
Otras compañías que también han incrementado su posición en Bitcoin, aunque por debajo de MicroStrategy, son Marathon Digital Holdings y Riot Platforms. Marathon, con sede en Florida, es uno de los mineros de Bitcoin más grandes del mundo y maneja alrededor de 40.435 BTC. La empresa ha invertido fuertemente en incrementar su capacidad de minado, adquiriendo nuevas instalaciones y expandiendo su infraestructura para obtener resultados más sólidos en el corto y mediano plazo. En tercera posición aparece Riot Platforms, cuyos orígenes se remontan a 2000. A pesar de haber iniciado como una firma enfocada en minería y alojamiento de datos, ahora diversifica sus operaciones en ingeniería para el ecosistema cripto y posee unos 16.728 BTC, equivalentes a más de 1.600 millones de dólares.
En la cuarta plaza figura Hut 8 Corp, una compañía creada en 2017 y enfocada tanto en la operación de infraestructura energética como en el minado de Bitcoin. La integración vertical y la adopción de tecnologías innovadoras para reducir costos han permitido a Hut 8 alcanzar la cifra de 10.096 BTC. Mientras tanto, el gigante de la industria automotriz y de la energía limpia, Tesla, ocupa el quinto lugar con 9.720 BTC, compra que realizó bajo la dirección de Elon Musk tras sumarse como CEO en 2004. El hecho de que la empresa esté catalogada como una de las “Magnificent Seven” —grandes corporaciones tecnológicas con un fuerte impacto en la bolsa— ha potenciado la creencia de que esta tendencia de inversión empresarial en activos digitales seguirá en aumento.
En el sexto puesto se encuentra CleanSpark, con 9.297 BTC, distinguida en el mercado por sus políticas de baja huella de carbono, lo cual la hace atractiva para inversores preocupados por la sostenibilidad de la minería de criptomonedas. En séptimo lugar, Coinbase se destaca no solo por ser la principal casa de cambio de criptomonedas en Estados Unidos, sino también por acumular 9.000 BTC. Esta gran cantidad obedece, en parte, a su rol clave como plataforma para la compraventa de activos digitales, lo que le otorga una posición privilegiada para diversificar su propio balance.
Le sigue Block, Inc., la compañía de servicios financieros fundada por Jack Dorsey en 2009, con 8.211 BTC. El interés de Dorsey por Bitcoin es bien conocido, y la firma ha incrementado ligeramente su posición en BTC desde septiembre de 2024. En noveno lugar está Galaxy Digital Holdings, una firma especializada en mercados globales, administración de activos y soluciones de infraestructura digital, con un total de 8.100 BTC. Su CEO, Mike Novogratz, es un asiduo defensor de los activos digitales, de modo que no sorprende la magnitud de sus reservas.
Finalmente, Bitcoin Group SE, con sede en Alemania, completa esta lista exclusiva con 3.830 BTC, que en la actualidad superan los 370 millones de dólares. Su filial Bitcoin.de se ha posicionado como una plataforma de intercambio emergente en Europa, con un enfoque en la provisión de servicios financieros relacionados con la criptomoneda líder del mercado. Pese a que el precio de su acción ha visto fluctuaciones en los últimos meses, el crecimiento global de la industria cripto genera optimismo sobre el potencial de expansión de la compañía.
El escenario para 2025 plantea un aumento sostenido en la adopción institucional y en el interés de empresas que, aunque inicialmente conservaban distancia de las criptomonedas, han decidido apostar por BTC como parte de una estrategia financiera a largo plazo. La creciente expectativa de que grandes gigantes tecnológicos adopten Bitcoin de manera más agresiva sugiere que el valor de la criptomoneda podría mantenerse en niveles de seis cifras, incluso con los ajustes de volatilidad típicos del sector. A ello se suma la posibilidad de que la minería de Bitcoin evolucione para ser más eficiente y ecológica, respondiendo a las críticas de quienes señalan su alto consumo de energía.
En conclusión, el repunte de Bitcoin a más de 100.000 dólares es mucho más que un simple logro de mercado: simboliza la consolidación de un activo digital que, pese a sus oscilaciones, demuestra su capacidad de sostener valor y suscitar confianza entre los inversores de gran magnitud. La posición dominante de MicroStrategy y el interés creciente de compañías como Marathon, Riot, Hut 8, Tesla o Coinbase evidencian el papel protagónico que la industria empresarial y la innovación tecnológica seguirán desempeñando en la evolución del ecosistema cripto. De mantenerse esta tendencia, 2025 podría ser testigo de nuevas cotas históricas para Bitcoin, reforzando la idea de que la moneda digital tiene un lugar cada vez más definido en el sistema económico global.