Dogecoin, la criptomoneda inspirada en un meme que ha contado con el respaldo de Elon Musk, está atravesando un difícil momento en el mercado. Tras haber alcanzado su precio más alto en tres años luego de la victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre, la moneda ha perdido todas esas ganancias y enfrenta una tendencia a la baja.
Durante los últimos 30 días, Dogecoin ha perdido más de un tercio de su valor, situándose actualmente en $0.166 según los datos de CoinGecko. Esto representa un fuerte retroceso desde su reciente pico de $0.48 alcanzado semanas después de la victoria electoral de Trump, un mandatario conocido por su postura amigable hacia las criptomonedas. La situación empeoró el lunes, cuando DOGE tocó un mínimo de $0.145, el nivel más bajo desde octubre del año pasado. Aunque ha logrado recuperarse un 6% desde esa caída, el panorama general sigue siendo negativo: la criptomoneda ocupa el noveno lugar por capitalización de mercado y cotiza a un precio inferior al que tenía hace un año.
En el mercado de derivados, el interés abierto en Dogecoin también ha sufrido una fuerte caída. Actualmente, se sitúa en $1.37 mil millones según CoinGlass, lo que contrasta con los $5.28 mil millones que alcanzó en enero, cuando el entusiasmo por las criptomonedas dominaba el mercado. El volumen de apuestas especulativas en torno a DOGE se ha reducido drásticamente, cayendo por debajo de los niveles registrados el día de las elecciones.
Factores políticos y el impacto de Elon Musk en Dogecoin
El retroceso en el interés por Dogecoin también ha estado influenciado por factores políticos y macroeconómicos. Las recientes declaraciones de Donald Trump sobre posibles aranceles comerciales han generado incertidumbre en los mercados, lo que ha llevado a muchos inversores a retirar su dinero de activos de riesgo, incluidas las criptomonedas. A esto se suma el temor a una recesión en Estados Unidos, una posibilidad que el presidente no descartó en una entrevista reciente. Como resultado, los índices bursátiles como el S&P 500 y el Nasdaq han registrado caídas, pero las criptomonedas han sido golpeadas con mayor severidad. Bitcoin, por ejemplo, ha descendido desde su máximo histórico de $108,000 a un reciente mínimo de $77,000.
Dogecoin había disfrutado de un buen rendimiento en los días previos a las elecciones, en gran parte gracias al renovado interés de Elon Musk. El magnate de Tesla y SpaceX volvió a hablar favorablemente sobre DOGE en eventos de campaña de Trump, lo que impulsó su precio. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente y Dogecoin se encuentra un 78% por debajo de su máximo histórico de $0.73 alcanzado en 2021. A pesar de que Musk ahora dirige una iniciativa gubernamental cuyo acrónimo es «DOGE» (Department of Government Efficiency), este hecho no ha logrado generar un impacto positivo en la moneda, en parte debido a las controversias políticas que han surgido en torno a su vinculación con el gobierno estadounidense.
Por otro lado, hay iniciativas en marcha para lanzar un fondo cotizado en bolsa (ETF) basado en Dogecoin, lo que podría darle mayor legitimidad en los mercados financieros. Sin embargo, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) pospuso su decisión sobre la solicitud de Grayscale para un ETF de Dogecoin, retrasando cualquier resolución hasta el 21 de mayo. Este retraso ha generado incertidumbre adicional entre los inversores, contribuyendo a la presión bajista sobre el activo.
El futuro de Dogecoin sigue siendo incierto en medio de una combinación de factores macroeconómicos, políticos y especulativos. A pesar de su comunidad leal y del respaldo de figuras influyentes como Elon Musk, la volatilidad del mercado cripto y la creciente asociación de DOGE con la política estadounidense podrían seguir afectando su valor en los próximos meses.
