Blockchain

El auge imparable de la tokenización de activos del mundo real

Compartir
Compartir

En solo tres años, el mercado de la tokenización de activos del mundo real —conocido como RWA por sus siglas en inglés (Real-World Assets)— ha pasado de ser un concepto prometedor en círculos técnicos a convertirse en uno de los pilares de la adopción institucional de la tecnología blockchain. A mediados de 2025, este sector ha alcanzado un volumen de $24 mil millones, lo que representa un crecimiento del 380% desde 2022. Un informe elaborado por RedStone, Gauntlet y RWA.xyz destaca no solo este impresionante salto, sino también el potencial de este mercado de escalar hasta los $30 billones para 2034, según proyecciones de Standard Chartered.

Lo que empezó como pruebas piloto aisladas en plataformas de vanguardia, se ha transformado en estrategias concretas de grandes gestoras de fondos y entidades financieras tradicionales. BlackRock, con su fondo BUIDL valorado en $2.9 mil millones, y Apollo Global Management, con sus proyectos de tokenización de crédito privado, ejemplifican este proceso de adopción a gran escala. En esencia, el ecosistema financiero global está presenciando una de las mayores migraciones de capital de la historia moderna, en la que la infraestructura digital se convierte en el nuevo canal de circulación del dinero.

La tokenización, en términos simples, consiste en representar activos del mundo físico —como acciones, bonos, inmuebles o créditos— en forma de tokens digitales que se pueden intercambiar en redes blockchain. Esta innovación no solo facilita la transferencia instantánea y sin intermediarios, sino que también reduce costes operativos, mejora la transparencia y aumenta la liquidez de instrumentos que históricamente han sido difíciles de negociar.

Un nuevo motor para la supremacía del dólar

Más allá de la eficiencia técnica, la tokenización de RWAs podría tener profundas implicaciones geopolíticas, especialmente para la posición dominante del dólar estadounidense. El informe sugiere que estos activos tokenizados, aunque distintos en su naturaleza de las stablecoins tradicionales —que replican el valor de monedas fiduciarias como el dólar—, pueden cumplir un papel similar en reforzar la supremacía del USD en el nuevo orden financiero digital.

Según las conclusiones del estudio, los bonos del Tesoro tokenizados contribuyen directamente a financiar las operaciones del gobierno estadounidense y a gestionar la deuda pública, mientras que los bonos corporativos y los créditos privados emitidos en dólares fortalecen la presencia de esta divisa en los mercados digitales internacionales. En palabras del informe: “Estos instrumentos amplían las oportunidades de inversión denominadas en USD y consolidan la influencia del dólar en la economía digital global”.

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, ha expresado que las stablecoins pueden ser herramientas fundamentales para mantener el liderazgo del dólar. Aplicando esa misma lógica, el crecimiento de los RWAs podría ser una estrategia paralela aún más potente, ya que permite a los mercados internacionales acceder a activos financieros reales, sólidos y con respaldo legal, pero a través de redes tecnológicas abiertas y sin fricción.

Mientras gigantes como McKinsey y BCG proyectan que este mercado podría alcanzar entre $2 y $16 billones antes de 2030, Standard Chartered eleva la apuesta a $30 billones para 2034. Sea cual sea la cifra final, lo cierto es que la tokenización ya no es una promesa a futuro, sino una realidad que está reformulando las reglas del juego financiero. La infraestructura blockchain está dejando de ser un experimento para convertirse en el nuevo estándar.

Y en ese nuevo estándar, los activos del mundo real tokenizados no son una tendencia más: son el puente entre las finanzas tradicionales y el futuro descentralizado que, poco a poco, se convierte en presente.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *