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Ethereum sube impulsado por mayor actividad, demanda institucional y cambios regulatorios

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El mercado de las criptomonedas se encuentra ante un escenario optimista en torno a Ethereum (ETH), la segunda criptomoneda más importante por capitalización de mercado. Analistas de CryptoQuant señalan que una serie de factores combinados —mayor participación institucional, actividad en la red, aumento de las quemas de tokens y expectativas de cambios regulatorios en Estados Unidos— estarían allanando el camino para que el valor de ETH alcance la codiciada marca de los 5.000 dólares por primera vez. De hecho, la firma de análisis ha identificado una “barrera psicológica” alrededor de los 5.2k, considerada el nivel máximo según el precio realizado del activo, es decir, el promedio al que los inversores han adquirido sus monedas. Una ruptura por encima de ese umbral podría empujar a Ether más allá de su récord histórico, superando incluso las cotas de la última gran carrera alcista de 2021.

Fuerza de los ETFs de Ether y Métricas Alcistas en la Cadena

En las últimas semanas, los fondos cotizados en bolsa (ETFs) respaldados con Ether han experimentado entradas de capital constantes, con un lapso de 13 días consecutivos de flujos entrantes que han sumado cerca de 2.000 millones de dólares. Este repunte de inversión institucional se ha acelerado notablemente: mientras que el primer “billón” de dólares en flujos netos positivos tardó meses en alcanzarse, el segundo surgió en apenas cinco jornadas de negociación. Este apetito renovado de los grandes actores financieros apunta a una consolidación del interés de largo plazo en el ecosistema Ethereum, al tiempo que refleja mayor confianza y participación de inversores sofisticados.

De manera paralela, la actividad en la cadena de bloques ha mostrado un crecimiento significativo. Las transacciones diarias oscilaron recientemente entre 6,5 y 7,5 millones, muy por encima del promedio de 5 millones observado a lo largo de 2023. Esta mayor interacción no solo sugiere un incremento en el uso de aplicaciones descentralizadas (dApps) y contratos inteligentes, sino que también alienta una mayor demanda de Ether como activo para pagar las comisiones de red. Este aumento en las operaciones impulsa las “quemaduras” de ETH —el proceso de eliminación permanente de tokens mediante su envío a direcciones inaccesibles— lo que genera presiones deflacionarias en la oferta circulante.

Demanda Creciente, Oferta en Auge y Expectativas de un Cambio Normativo

Aunque el suministro total de ETH ha escalado hasta su nivel más alto desde abril de 2023, este incremento se ve contrarrestado por un ritmo creciente de quema de tokens desde el pasado mes de septiembre. La red ha superado el umbral de los 120 millones de ETH en circulación, pero el aumento de las tarifas y la alta actividad ya está atenuando significativamente la expansión de la oferta. De esta forma, el equilibrio entre la creación de nuevo ETH y su destrucción a través de las comisiones lleva a un escenario en el que, al intensificarse la utilización de la red, la presión deflacionaria sobre el activo podría intensificarse. Esto, en última instancia, alimenta las expectativas de un repunte de precio aún más sólido.

Otro factor que ha cobrado relevancia es el panorama regulatorio en Estados Unidos. Tras la elección de Donald Trump, quien recuperó la presidencia en noviembre, surgieron esperanzas de un marco normativo más flexible para el sector cripto y, en particular, para las finanzas descentralizadas (DeFi). La perspectiva de una menor presión regulatoria ha impulsado el entusiasmo y el optimismo de los inversores, volcando la mirada hacia tokens asociados al ecosistema Ethereum. De esta manera, la combinación de un escenario potencialmente más benévolo por parte de los entes reguladores, sumada a la creciente adopción de DeFi, está cimentando las bases para una nueva oleada alcista.

Este repunte no solo se manifiesta en el precio y en la actividad de la red, sino también en el total de valor bloqueado (TVL) dentro del ecosistema. En días recientes, el valor total inmovilizado en diversas plataformas y protocolos alcanzó los 77.000 millones de dólares, el nivel más alto desde enero de 2022. Gran parte de este capital se concentra en aplicaciones destacadas: Lido, con más de 38.000 millones de dólares en Ether apostado, lidera el campo del “staking” líquido; Aave, con cerca de 19.000 millones de dólares, se consolida como una de las principales plataformas de préstamos descentralizados; y EigenLayer, con sus 18.000 millones de dólares, ha emergido como un importante actor en el re-staking.

La actividad en la red Ethereum durante noviembre experimentó notables incrementos en métricas clave: hubo más ingresos generados, mayores comisiones pagadas, más creación de nuevas direcciones y un incremento en el volumen en cadena. Este panorama contrasta con el periodo relativamente somnoliento entre mayo y septiembre, y subraya un renovado dinamismo en el ecosistema de Ethereum que motiva a los participantes del mercado a considerar una consolidación a mediano y largo plazo.

Pese a haber quedado rezagado frente a bitcoin y otros tokens en la fase post-2022, el desempeño de Ether ha recobrado brío en un contexto de optimismo renovado. La anticipación de una nueva ola alcista en DeFi, la incursión institucional a través de ETFs, la creciente quema de ETH y el posible alivio regulatorio tras la victoria electoral de Trump se confabulan para transformar la dinámica del segundo activo cripto más importante. El horizonte de los 5.000 dólares ya no es una mera conjetura, sino un objetivo alcanzable si el entorno de demanda, oferta y regulación mantiene su actual tendencia.

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